Es una obviedad señalar que los plásticos son materiales que encontramos en todos los ámbitos de nuestra vida diaria y que sería inconcebible nuestro modo de vida sin su presencia. Sí, es muy evidente para los ubicuos envases, pero no tanto cuando pensamos en la atención hospitalaria, los edificios más modernos, las telecomunicaciones, el transporte, la electrónica o la energía.
Por alguna curiosa razón, a medida que los plásticos se ennoblecen con su aplicación, van perdiendo su nombre original y van adquiriendo otras denominaciones más supuestamente atractivas dependiendo del entorno o sector. Si además la denominación es en inglés, mejor.
Pero sí, siguen siendo plásticos. O materiales poliméricos, si hablamos con un mayor rigor científico.
Son plásticos desde la bolsa de basura, y eso todo el mundo lo sabe, hasta algunos componentes de bicicletas que decimos que son de fibra de carbono. Pero no, no son de fibra de carbono, no podríamos tener esos elementos tan ligeros si no hubiera un “plástico”, un material epoxi en este caso, que permitiera impregnar, proteger y finalmente conformar ese tejido de fibra de carbono. Deberíamos hablar de materiales compuestos o composites polímero epoxi-fibra de carbono.
Los plásticos son materiales relativamente nuevos comparados con materiales tradicionales como los metálicos y los cerámicos, y quizás sea esa una de las razones por las que todavía prevalezca cierto desconocimiento sobre ellos en nuestra sociedad, del mismo modo que se desconoce que la industria del plástico tiene una larga tradición normalizadora de las materias primas y productos que desarrolla.
Teniendo en cuenta que la normalización persigue establecer las características técnicas que debe reunir un producto bien o servicio, la implicación de su tejido productivo evidencia el compromiso de la industria del plástico con la seguridad y la calidad.
En España, dentro de los comités de normalización de UNE, el Comité Técnico de Normalización que corresponde a los plásticos es especialmente activo. Cuenta con un catálogo de más de 1000 normas lo que, teniendo en cuenta que hay aproximadamente 200 comités de normalización, sitúa a la industria del plástico como una de las más comprometidas con la normalización.
De la totalidad de normas UNE publicadas, casi el 80 % son a su vez normas europeas (EN) y aproximadamente el 40 % son internacionales (ISO). A este efecto de internacionalización no es ajeno el sector del plástico, bien al contrario, ya que es también internacionalmente uno de los sectores industriales más activo, tanto por la continua innovación en su propio ámbito como por las relaciones que mantiene con otros comités asociados a sectores industriales usuarios o utilizadores de plásticos, como Construcción, Envase y Embalaje, Utensilios en contacto con alimentos o ingeniería del agua.
La importancia de la normalización también ha trascendido a los procesos de innovación, hasta el punto de que algunas de las convocatorias europeas de proyectos de I+D consideran muy relevante incluir tareas de estandarización. De tal modo, que se está valorando muy positivamente que se tenga en cuenta desde el inicio del proyecto la calidad o fiabilidad del producto que se desarrollará, y que presumiblemente se comercializará.
Para AIMPLAS, la experiencia de nuestros investigadores en comités de normalización se remonta casi al inicio de su actividad. Nuestra participación como expertos, delegados o presidiendo diferentes subcomités nacionales, europeos o internacionales, es otro elemento de acercamiento a la industria y a la sociedad, otra manera de ir juntos como lo es la formación o la colaboración en I+D.
En el momento en que nos encontramos, tras el Plan de acción de la UE para la economía circular en el que se identificaba el sector de plásticos como una prioridad clave, y tras la presentación en 2018 de la Estrategia europea para los plásticos en una economía circular, la invitación al CEN a desarrollar normas que sirvan para darle soporte a estas políticas relacionadas con envases de plástico, calidad de plástico reciclado, reciclabilidad, nuevos materiales o ecodiseño, permite vislumbrar nuevas oportunidades para seguir aunando I+D+i y normalización en la industria del plástico.
Actualmente, personal de AIMPLAS preside el subcomité de Reciclado de Plásticos y también el de Especificaciones de materias primas y métodos de ensayo, en el que se encuadra el grupo de trabajo de Biodegradabilidad, biopolímeros y productos bio-based, además de participar como expertos en la totalidad de subcomités que constituyen el Comité Técnico de Normalización de Plásticos (CTN 53).
En el ámbito internacional, expertos de AIMPLAS participan en diferentes subcomités o comités técnicos europeos e internacionales, con una mayor actividad en aquellos implicados en la revisión y elaboración de nuevas normas asociadas a las recomendaciones de la UE.