Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcan la Agenda 2030, se han convertido en una una guía para empresas, instituciones y administraciones públicas para identificar su impacto social, económico y medioambiental e incrementar su aporte de valor a la sociedad. Y en este contexto, la tecnología juega un papel clave como aliado estratégico para abordar desafíos complejos, acelerar los objetivos de sostenibilidad y reducir los costes de implementación en aquellas empresas comprometidas en alinearse con los ODS.
Más de dos tercios de las metas de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas pueden beneficiarse directamente de la tecnología digital, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). De hecho, ya se puede comprobar cómo la tecnología está ayudando a avanzar en los distintos Objetivos. Por ejemplo:
- El acceso a los servicios financieros a través de internet está siendo fundamental para ayudar a muchas personas a salir de la pobreza (ODS 1).
- La digitalización ayuda a los agricultores a mejorar el rendimiento de los cultivos y optimiza la cadena de suministro, reduciendo el desperdicio y asegurando que los recursos lleguen a quienes más los necesitan (ODS 2).
- El big data puede analizar tendencias y hacer proyecciones sobre brotes de enfermedades, uso del servicio sanitario, de los conocimientos y actitudes y prácticas de los pacientes (ODS 3).
- La tecnología es especialmente relevante para una gestión inteligente del agua (ODS 6) y también de la energía (ODS 7).
- La digitalización está transformando a las empresas y a la economía, así como a la manera de hacer negocios en todas partes, además de crear nuevas oportunidades de trabajo (ODS 8).
- La transformación digital permite ofrecer enfoques innovadores para gestionar las ciudades con más eficacia y de manera más sostenible (ODS 11).
- Además, tecnologías de análisis de datos y de comportamientos ayudan a proteger la vida submarina (ODS 14) y terrestre (ODS 15) y prevenir los efectos del cambio climático (ODS 13).
- Los recursos digitales, plataformas en línea y herramientas interactivas permiten enriquecer el proceso de aprendizaje (ODS 4).
- La tecnología y la innovación pueden ampliar el acceso a oportunidades y recursos para mujeres y niñas (ODS 5).
- A través de la inversión en I+D, las empresas impulsan avances que mejoran su eficiencia, su productividad y la calidad de sus productos y servicios. La innovación también permite la adopción de prácticas más sostenibles(ODS 9).
- La digitalización permite cambiar los modelos de producción de las empresas, incorporando criterios de economía circular, potenciando el consumo responsable entre sus grupos de interés y construyendo una cultura empresarial ligada al desarrollo sostenible (ODS 12).
- La transparencia ayuda a conseguir instituciones sólidas y el análisis avanzado de datos puede impulsar la toma de decisiones estratégicas para lograr la paz o para mejorar el estado de la justicia (ODS 16).
Son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología es una estrecha aliada de los ODS. Una relación en la que debe estar siempre presente el último de los Objetivos: alianzas para el desarrollo sostenible (ODS 17). Y es que sin la colaboración de todos los agentes implicados (administraciones, empresas, instituciones y ciudadanos) no es posible asegurar que nadie se quede atrás y que los avances tecnológicos se lleven a cabo con todas las garantías.
En este aspecto, hay que destacar la labor que realizan los centros tecnológicos de REDIT. Primero porque son un ejemplo de la colaboración entre lo público y lo privado, que combina lo mejor de cada propuesta, y esa visión compartida facilita que los centros tecnológicos puedan desplegar eficaz y eficientemente sus herramientas de apoyo al tejido empresarial en materia de innovación y tecnología.
Y segundo porque muchos de los proyectos en los que participan tienen como referentes los ODS, como las múltiples iniciativas para reducir el consumo de energía en la industria cerámica (ODS7) o las soluciones para llegar a la descarbonización del sector que está realizando el ITC. Otro ejemplo es el proyecto BIGSALUD, en el que ITI desarrolla técnicas de big data e IA en el sector sanitario con el objetivo de mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades crónicas y, al mismo tiempo, optimizar procesos para reducir tiempos y costes asistenciales contribuyendo así a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios en Europa (ODS 3). O REDIT Mobility, proyecto colaborativo que engloba las capacidades tecnológicas de los 11 institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana en materia de movilidad sostenible (ODS 7, 9, 11, 17).
Pero, además, REDIT y los institutos tecnológicos han participado en un estudio pionero de impacto social. En 2023, del estudio se desprendía que los proyectos de I+D generaron 680 millones de euros de impacto positivos en los ODS, destacando los objetivos 3, 9 y 12, sobre salud y bienestar, industria, innovación e infraestructura, producción y consumo responsable y acción por el clima, respectivamente. Además, con una inversión de 2,5 millones de euros en acciones llevadas a cabo por los institutos tecnológicos para sus trabajadores, se ha logrado un impacto de 69 millones. A ello se une que el impacto de REDIT y los institutos tecnológicos también es clave en temas muy importantes para la sociedad como la igualdad de género, con más de 23 millones de euros; en la formación a desempleados, con más de siete; en la creación de empleo, con cuatro millones y medio de euros; en los estudiantes de prácticas universitarios, con casi tres millones y medio y en los estudiantes de prácticas de FP con casi dos.
Pero la relación de los centros tecnológicos de REDIT con los ODS no se queda en los proyectos o en sus acciones internas. También es importante su labor para trasladar al tejido empresarial de la Comunitat la importancia de interiorizar los Objetivos y de convertirlos en el eje de su actividad. Así, la Comunitat Valenciana podrá avanzar hacia una economía más sostenible, resiliente y adaptada a las demandas de la ciudadanía.
