La Comunitat Valenciana ha mejorado siete posiciones respecto a 2023 en el Cuadro Europeo de Indicadores de Innovación, que evalúa el desempeño de las regiones y estados miembros en esta materia, pasando del puesto 114 al 107, lo que le ha situado, por primera vez, entre las regiones innovadoras ‘fuertes’ del continente, según los resultados de este informe que ha elaborado la Comisión Europea. De este modo, la Comunitat Valenciana ha ascendido al grupo de las autonomías más innovadoras de España, junto a Cataluña, que encabeza este ranking, País Vasco, Madrid y Navarra, y supera a otras regiones europeas como Lombardía, en Italia, o Münster, en Alemania.
Y una de las causas de ese posicionamiento es el dinamismo del ecosistema de innovación de la Comunitat, donde, además de un importante número de startups, cuenta con universidades, centros de investigación de primer nivel y una sólida y reconocida red de institutos tecnológicos (REDIT). Además existe un interés creciente por la innovación por parte de las empresas valencianas: el 18% realizan actividades innovadoras, dos puntos por encima de la media nacional, según recoge el Observatorio de I+D, Innovación, Tecnología y Emprendimiento, elaborado por la Fundación LAB Mediterráneo en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
Y muchas de esas empresas eligen apoyarse en los institutos tecnológicos de REDIT para potenciar esas actividades innovadoras. Principalmente porque esos centros fueron concebidos, en algunos casos hace más de cincuenta años, como una departamento de I+D+i externo para las empresas valencianas, que en su gran mayoría son pymes que no pueden asumir el coste de invertir por si solas en innovación y desarrollo tecnológico. Tal como recordó el presidente de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, Fernando Saludes, en el último REDIT Summit, su papel es “ayudar a cualquier pyme, por pequeña que sea, a que integre la tecnología y el conocimiento en su día a día, ya que sabemos por experiencia que empresas fuertes, hacen regiones prósperas que atraen nuevas inversiones”. De hecho, según el informe ‘Impacto económico de los Institutos Tecnológicos de REDIT y su contribución al desarrollo del tejido productivo de la Comunitat Valenciana’, elaborado por el IVIE, las empresas encuestadas que habían colaborado con estos centros reconocían haber mejorado su rentabilidad, aumentado sus ventas, eran más productivas y estaban más internacionalizadas. La colaboración había sido tan satisfactoria que el 69% de las empresas declaraba su intención de repetirla.
Precisamente, en el último REDIT Summit, Saludes también puso el foco en la importancia de esa colaboración que conecta ciencia, empresa, y conocimiento: «permite llevar a cabo proyectos tractores que transformen y nos empujen a un futuro más próspero, sostenible y con mejor calidad de vida para nuestros ciudadanos”.
Unos proyectos que conforman el día a día de los institutos tecnológicos. Porque no solo avanzan en actividades dirigidas a mejorar la competitividad empresarial —como tecnologías disruptivas, nuevos productos, implantación de la industria 4.0, mejora de la eficiencia, la simbiosis industrial, entre muchos otros—, sino también en proyectos para mejorar el bienestar de las personas —como textiles inteligentes, exoesqueletos, juegos para el empoderamiento de las personas mayores, seguridad infantil, salud y servicios médicos, alimentación, etc.—, o para reducir nuestro impacto en el medioambiente —como la valorización de residuos, los bioproductos, la economía circular, la captura y valorización de CO2, nuevas fuentes de energía o el hábitat sostenible, por citar algunos ejemplos—.
Porque los institutos tecnológicos de REDIT son una red fundamental para la innovación en la Comunitat. Y las cifras están ahí para demostrarlo. En 2024 generaron una inversión inducida en la I+D+i de la Comunitat Valenciana superior a 223 millones y medio de euros, gracias a la captación, de más de 161 millones de euros de programas nacionales y europeos para nuestra región. El 80%, 129 millones de euros, procedían de diferentes convocatorias nacionales y europeas y fueron percibidos directamente por las empresas que participaron en proyectos liderados por institutos tecnológicos, que incrementaron su presencia en un 3,2%, con respecto al año anterior.
Y es que el trabajo que llevan a cabo los institutos tecnológicos conlleva, como demuestran los datos, un efecto multiplicador tanto en las empresas que trabajan con ellos como en la economía regional. Según un estudio elaborado por REDIT y el IVIE, con el apoyo de IVACE+i, se calcula que los centros REDIT generan un impacto en la economía valenciana que se cuantifica en 775,5 millones de euros de renta aportada al PIB regional. Además, su actividad repercute, directa o indirectamente, en 16.047 puestos de trabajo a tiempo completo y una recaudación fiscal de 346,2 millones de euros para las arcas públicas.
Otro dato que refleja la importancia de la red es el aumento, año tras año, del número de empresas que trabajan con los institutos tecnológicos. En 2024, trabajaron con más de 14.500 empresas, cifra un 3% superior a las de 2023, y desarrollando alrededor de 1.500 proyectos de I+D+i, un 14% más que en el ejercicio anterior. Su presidente siempre que puede saca pecho de esas cifras: “Un ejercicio más, somos la Red española que ayuda a más pymes. De hecho, de las 28.500 empresas que trabajaron con los centros FEDIT en 2024, más de un 50% lo hicieron con los de REDIT y vamos a seguir trabajando para llegar cada día a más empresas”. Por otra parte, también se ha incrementado más de un 2% el número de empresas asociadas a los institutos tecnológicos, hasta llegar casi a las 6.000; así como un 5% el número de profesionales que trabajan en la Red -2.160-, que representan el 21,3% de las personas que trabajan en los centros tecnológicos en todo el país. Además, la mitad de esos profesionales son mujeres, lo que refleja el compromiso de los centros con la reducción de la brecha de género en la Ciencia, la Investigación, el Desarrollo y la Innovación.
Sin olvidar el impacto social, que en 2024 ascendió a 5.504 millones de euros, lo que supone un incremento del 41,7% con respecto al año anterior en el que la inversión fue similar. Esto significa que, por cada euro invertido en las actividades de estos centros, se ha obtenido un retorno social de 16,48 euros.
Los datos no solo evidencian un crecimiento sostenido en los últimos años, sino que reflejan como la I+D+i aplicada que realizan los centros de REDIT puede ser una auténtica palanca de competitividad empresarial y bienestar de las personas.